Todo Tiene su Final (Héctor Lavoe)Todo tiene su final,
nada dura para siempre,
tenemos que recordar,
que no existe eternidad.
Como el lindo clavel,
sólo quiso florecer,
y enseñarnos su belleza,
y marchito fenecer.
Todo tiene su final,
nada dura para siempre,
tenemos que recordar,
que no existe eternidad.
Como el campeón mundial,
dio su vida por llegar,
y perder lo más querido,
en la masa es otro más.
Todo tiene su final... Palabras como éstas del "cantante de los cantantes" me hacen mirar atrás, a cualquier momento pasado, al ayer, con cierta melancolía. Las experiencias gratas quedan tan grabadas en tu memoria como las más desagradables...la única diferencia es que a las primeras las echas de menos. Nadie quiere que lo bueno termine, pero de hecho, termina. Personificas cada momento como si del ser más querido se tratase, y lo abrazas como a un hermano que llevas más de media vida sin ver, no quieres dejarlo ir, es tuyo, tu espera lo merece, tu soledad, tus ganas de estar acompañado, tu egoismo, cualquier excusa es buena para pedir a dios que no te robe un buen momento, un buen amigo, unos buenos padres, una buena mujer, unos buenos hijos, pero de hecho, te los acaba robando. En realidad no, no son tuyos, ni tu familia, ni tus momentos, ni tus logros, todo es parte de un gran juego sobre un inmenso tablero, una especie de monopoly a gran escala, donde cada jugador lanza sus dados, arriesga su falso dinero de papel, agota cada uno de sus recursos para conseguir más que sus oponentes, hasta que acaba la partida, para luego guardar a su familia, sus momentos y sus logros en forma de miniaturas de plástico dentro de la caja...donde nada es de nadie...o donde todo vuelve a ser de todos. El juego de la vida, dicen algunos. No es más que una ruleta rusa, cada trago de aire es un paso hacia el paredón...caminas de espalda a tu verdugo...mientras él apunta a tu corazón o a tu cabeza...con un revolver y con fatales intenciones...las piernas te tiemblan solas, más que por miedo, por la incertidumbre, por no saber si girarte cara a la muerte y morir con honor...o seguir hacia delante sin mirar atrás y perderte el espectáculo de una bala diminuta volando hacia tí con la altanería que tu propio verdugo le ha heredado, sabiendo de su poder. Justo cuando te ves más cerca de la muerte, te sientes más vivo que nunca, tus pulsaciones pierden el control...tu saliba cree que ya no la necesitas, te quedas bloqueado, empiezas a imaginar tu forma de morir, de cómo te gustaría caer al suelo, imaginas quién lloraría en tu entierro, de los nombres que les habrías puesto a tus hijos/as si hubieras tenido alguno, te arrepientes de haber mirado a todos por encima del hombro...al verte inferior a una bala de dos centímetros, lamentas no haber besado a tu mujer cada día como el primer día, no haber acariciado su pelo mientras dormía...ahora, todo lo que tenías está dentro de una caja de cartón, nada existe...y lamentas no haber disfrutado del juego mientras parecía real. Ahora es la hora de tu último minuto...o mejor dicho, es el minuto de tu último minuto...el minuto de los minutos...si nunca pensaste en tí...ahora lo harás...si pensaste demasiado en tí...ahora no tendrás tiempo para otra cosa...da el último paso...estira el brazo hacia delante...¿tocas la pared?...estás demasiado cerca de tu final...¿te vas a dar la vuelta?...¿has reunido ya el valor necesario?...SÍ....90 grados hacia la izquierda...ya solo nos faltan otros 90 para plantar cara a la muerte...y aunque tu impulso al girar ha sido rápido...tu verdugo lo es más, un solo clic hace alarde del poder de lo insignificante...un solo clic deja en evidencia la indecisión del ser humano ante el verdadero peligro...ante la vida real...como dijo Henry James sobre la muerte: "So it has come at last...the distinguished thing." todo tiene su final...intenta vivir el todo...sin esperar el final pues.
14/6/07
