viernes, 28 de agosto de 2009

Ángela y Quino Pescan (Cómo Empezó Todo)


Siempre me llamó la atención todo lo relacionado con la mar. No es de extrañar viniendo de alguien que ha nacido en el litoral malagueño. Según me cuentan mis padres y mis abuelos, uno de mis bisabuelos (el padre de la madre de mi padre) se dedicaba al comercio de pescado en la lonja del puerto, mientras que otro de mis bisabuelos (el padre del padre de mi padre) se dedicaba a registrar la mercancía que llegaba al muelle. Aunque después de ellos, nadie de mi familia ha estado directamente relacionado con la mar, siempre he sentido cierto vínculo con ese mundo, aunque no sé realmente de dónde me viene a mi, pues no llegué a conocer a ninguno de mis bisabuelos. Miles de malagueños tienen o han tenido la pesca como una de sus aficiones y hasta hace poco, muchísimos la han tenido como profesión, pero ninguno ha caído en mi familia. Ya hace unos años sentía el "gusanillo" (nunca mejor dicho) de comprarme una caña y unos aparejos y probar a lanzar en la playa un rato, a ver qué tal. Málaga, ciudad del comercio, especialmente por mar, desde su fundación por los fenicios, ciudad de pescadores y pescaderos. Se respira el salitre en cada calle de tu litoral. Puede que la causa que me empuja al mar es el llevar toda la vida inhalando ese aire húmedo y salado. Cuando tomé la decisión (completamente espontánea) el año pasado de llevar a cabo mi pequeño sueño, no conocía absolutamente a nadie que pescase, y no tenía ni la más remota idea de por dónde empezar. Visité todos los foros habidos y por haber, cuando empecé a ser consciente de que necesitaba un equipo de pesca bastante completo...y de que lo que recomendaban estaba fuera de mis posibilidades financieras, me invadió la desilusión un poco, pues aunque no imposible...mi sueño de intentar pescar no podría ser tan inmediato como yo deseaba, antes había que ahorrar, pero...de pronto...Neptuno me iluminó...dijo: DECATHLON. Nunca había escuchado a un dios romano pronunciar una palabra griega con mas dulzura y buenos resultados. Recordé que Decathlon es el rey de las gangas del deporte. Visité su web, y cuando vi en su catálogo una caña polivalente de 350cm por 9,95€ exhalé la desilusión y unos gramos de esperanza me devolvieron el aliento. Para qué engañarnos, en aquel momento yo no sabía si esa caña era apropiada, si la longitud era suficiente, o qué cojones quería decir lo de polivalente en el mundo de la pesca, yo sólo vi: CAÑA DE PESCAR 9,95€. Se lo comenté a Ángela y esa misma tarde fuimos al Decathlon de Guadalmar. Nunca había pescado, nunca había tenido una caña, sólo una vez, UNA SOLA VEZ, lancé la caña del padre de una exnovia unos años antes. Pero yo era todo ilusión aquella tarde. Llegamos al Decathlon y nos apresuramos a la sección de pesca y allí, en la zona más vistosa se encontraba la camada de cañas de pescar por 10€. Pequeñitas comparadas con las de alrededor, pero para mi suficiente. Tocaba elegir entre toda ellas. Todas eran exactamente iguales al ojo humano, pero Ángela y yo miramos practicamente todas una por una, hasta que decidimos coger una de ellas quizá porque fuese una de las pocas sin taras o defectos. Ya con la caña en nuestras manos, dijimos, OK...con esto sólo no se pesca. Necesitamos al menos un trozo de hilo y un anzuelo. Así que nos dirigimos al dependiente de dicha sección y para no sonar ridículos me inventé una pequeña historia.
-Buenas, verá, no tengo ni idea de pesca y quiero regalarle a mi sobrino pequeño un equipito de pesca simple pa' que empiece a pescar. Yo creo que esta caña de 10€ le vendrá bien pa' empezar, pero me gustaría que me diese lo necesario pa' que tenga la caña a punto (hilos, anzuelos, etc).
El amable dependiente me dió un paquetillo de anzuelos del 4 (ya empatillados, menos mal), un paquetillo de plomos de oliva de 40 gramos, un paquete de quitavueltas, un sedal de 150m del 0,25 y un paquete de leds fluorescentes pa' marcar la caña de noche. Según él, con eso sería suficiente pa' empezar tratándose de un niño pequeño (o de un novato como yo). En total fueron 10€ por la caña y otros 10€ más o menos por el resto del equipo. Bien, ya tenía un equipo de novato por sólo 20€, ahora faltaban los conocimientos básicos. El mismo dependiente, me explicó como atar el sedal al carrete y luego como cargarlo. Una vez en mi casa, extendimos la caña en el pasillo, cargamos el carrete y mirando en internet como montar un aparejo simple, lo demás está siendo a base de intuición, inventiva y experiencias cuasi peligrosas pero a la vez divertidas. Ese mismo día, un día de mediados de agosto, hace cosa de un año, comenzó nuestra aventura en la pesca. Y debido a la gran cantidad de anécdotas que nos ha proporcionado este "deporte de riesgo" en mi caso, no me extenderé más por hoy, para en adelante relataros nuestras aventuras desde aquel día.


1 comentario:

Ángela dijo...

Como mola!!!!.....y la musica mejor escogida imposuble....jajajajja.....