
Como bien cantaba el grupo Opus: "Live is Life" puesto que sin los conciertos en directo, ¿qué sería de los músicos? y más hoy en día con los problemas de la piratería digital, y con músico quiero referirme a todo aquel que expresa su vida o la de otros mediante la música, da igual el estilo, el instrumento, el lugar, la calidad, el dinero que se embolse o la cantidad de público de éste artista, puesto que para un artista verdadero, el placer no recae en las ventas sino en ver a la gente reaccionar frente a tu trabajo, ya sea bien o mal, si reacciona, no has perdido el tiempo en tus empresas artísticas. Pero, especialmente, cuando reaccionan bien, no existe palabra ni sensación equivalente a la de un músico cuando alguien se sabe sus letras, o cuando la gente parecer levitar al escuchar una composición suya, no importa si sólo es una persona tu público o si sólo se saben una frase de una canción, la sensación de grandeza, de conexión con otros seres que se sienten identificados con tu alma es incomprable, no vale ni un disco de oro, ni uno de platino, ni muchos, solo la aparición en una lista de éxitos se puede comprar, no así sucede con la permanencia en el corazón de los que te escuchan. No cambio el saber que hay gente que escriben una de mis frases en su blog en el apartado de citas favoritas, por todos los millones de euros y dólares del planeta. Ni el ver en un concierto en el que me subo al escenario, la escena de, aunque solo sea, una persona, tarareando un estribillo escrito por mí, o susurrando una palabra a la vez que yo al micrófono. El directo da la vida al músico, es una sesión de recarga de fuerzas, de ganas de seguir plasmando y transmitiendo tu experiencia, aunque solo sean cinco minutos, es suficiente para bajar y sentirse en pequeña deuda con aquellos que esperan su próximo trabajo.
A veces por falta de tiempo, dejas a un lado tu música, pero en cuanto puedes, vuelves a ella, o de lo contrario empiezas a sentir que estás traicionando tu pasión, tirando a los ríos palabras o sonidos que quizás jamás volverán a tí, pues como dijo Jorge Manrique, "la vida son los ríos que van a dar a la mar". Nada es más sano que dormir con un papel en blanco y un bolígrafo o lapiz junto a tu cama, ya que nunca sabes cuando puede llegar tu musa, y aunque muchos sean escépticos en cuánto a la inspiración, ésta es innegable, pues ya quieras o no, cuando dices o enseñas, tu experiencia fluye en tus palabras. Cierto, el artista nace, pero una pequeña aclaración, el artista no nace en algunos, el artista nace en todos, y despierta en aquellos que quieren que despierte, solo has de vivir creyendo en tí, no dejando romper tus sueños por aquellos rompesueños que acechan en cada esquina. Vive, no vendas tu alma a satanás para escribir las veinticuatro horas del día, y vive, pues la vida es la tinta, y el papel, y entre vida y vida, escribe con lo que has recolectado, enséñalo al mundo algún día, y aquel día en el que ya no estés, el mundo enseñará lo que tu enseñaste, serás eternidad sin estar presente, serás parte de una página de la historia, serás una palabra o mil, serás un sonido, una imagen en el recuerdo, pero serás por siempre jamás.
A veces por falta de tiempo, dejas a un lado tu música, pero en cuanto puedes, vuelves a ella, o de lo contrario empiezas a sentir que estás traicionando tu pasión, tirando a los ríos palabras o sonidos que quizás jamás volverán a tí, pues como dijo Jorge Manrique, "la vida son los ríos que van a dar a la mar". Nada es más sano que dormir con un papel en blanco y un bolígrafo o lapiz junto a tu cama, ya que nunca sabes cuando puede llegar tu musa, y aunque muchos sean escépticos en cuánto a la inspiración, ésta es innegable, pues ya quieras o no, cuando dices o enseñas, tu experiencia fluye en tus palabras. Cierto, el artista nace, pero una pequeña aclaración, el artista no nace en algunos, el artista nace en todos, y despierta en aquellos que quieren que despierte, solo has de vivir creyendo en tí, no dejando romper tus sueños por aquellos rompesueños que acechan en cada esquina. Vive, no vendas tu alma a satanás para escribir las veinticuatro horas del día, y vive, pues la vida es la tinta, y el papel, y entre vida y vida, escribe con lo que has recolectado, enséñalo al mundo algún día, y aquel día en el que ya no estés, el mundo enseñará lo que tu enseñaste, serás eternidad sin estar presente, serás parte de una página de la historia, serás una palabra o mil, serás un sonido, una imagen en el recuerdo, pero serás por siempre jamás.